Esta semana publicamos la crónica de lo que fue el primer año de vida del Colegio del Pilar de Madrid, escrita por su director: D. Luis Heintz.
En el primer piso del número 13 de la calle Goya iniciaba su andadura nuestro ya más que centenario colegio, en un ambiente de familiaridad y camaradería entre alumnos y profesores que no deja de llamarnos la atención un siglo después.
El primer año de vida del colegio
(Copia de los Anales de don Luis Heintz.)
Durante el mes de agosto (1907), y tras muchas negociaciones, se acordó la Fundación del Colegio de Nuestra Señora del Pilar, en sustitución de la casa de Familia que durante tres años había funcionado en la calle Jorge Juan, 22, hotel. El nuevo Colegio debió empezar con tres clases: dos de primera Enseñanza y el primer año de la segunda Enseñanza. No admitía párvulos. El profesorado lo formaban:
- D. Luis Heintz [1], director.
- P. Carlos Kauffmann [2], capellán.
- D. Juan Alonso [3], D. Francisco Sánchez, profesores.
- D. Anastasio Bilbatúa [4], cocinero.
La casa en que se instaló provisionalmente el nuevo Colegio fue el número 13 de la calle Goya, esquina Claudio Coello, primer piso.

Había allí unas cuantas salas espaciosas, con buena luz, e inmejorable exposición. Se encargaron con toda urgencia mesas de a dos asientos a la acreditada carpintería Hormaechea, de Vitoria.
A principio de septiembre, se trasladaron los muebles de la difunta casa de Familia y que había pasado el verano en un guardamuebles del Hipódromo, a la calle de Goya. Don Francisco Olaso [5], carpintero, arregló los desperfectos que había sufrido, y prestó una valiosa ayuda a la nueva instalación.
Mientras tanto habían venido matriculándose contados alumnos: José María Brú [6], Faustino Vial de Kerdec [7], Félix [8] y J. M. Díaz [9], Álvaro d’Estoup [10], Carlos Pardo [11], Joaquín Angolotti [12], Ignacio [13] y Jaime de Cárdenas [14], Emilo Molins [15]. Total, diez el día de entrada, 2 de octubre de 1907, fiesta de los Santos Ángeles Custodios.
El P. Carlos celebró la misa del Espíritu Santo, implorando la protección divina sobre la minúscula obra que empezaba en el Barrio de Salamanca…, aquel mismo día empezaban las clases. Como el patio era reducidísimo, se tomó el acuerdo de llevar a los niños de paseo durante las horas de recreo, disposición que fue muy aplaudida por las familias y que traía además la ventaja de dar a conocer el nuevo Colegio. Otro carácter debió pronto darle alguna fama: el esmero y acierto con que los profesores enseñaban la lengua francesa y que tenían empeño en que se hablara este idioma durante los paseos.

El día 12 de octubre se celebró por primera vez la Patrona del Colegio, en presencia de doce alumnos. Los pobrecitos cantaron con mayor voluntad que acierto el cántico conocido «En vuestro amor abrasados…», acompañados por un violín prestado por don Eduardo Surmély [16]. Se les llevó además de paseo y se clausuró el día con una suculenta merienda, que supo a gloria a las alegres criaturas. El mes de octubre transcurrió sin otra novedad que el ingreso de cuatro nuevos alumnos, lo que elevó a 16 el número de los presentes (número que en el mes siguiente llegó a 22).

Se fundó un círculo de estudios para los antiguos alumnos de nuestros Colegios de provincias. Las reuniones se celebraban los domingos por la tarde. Funcionó hasta las vacaciones de Pascua de Resurrección y fue un magnífico ensayo de cordiales discusiones sobre asuntos sociales por elementos tan diversos como sacerdotes, religiosos, abogados, militares, ingenieros, catedráticos, etc.
Los días 20, 21, 22 de diciembre se verificaron los exámenes del primer trimestre, arrojando un satisfactorio resultado, empezando el 23 las vacaciones de Navidad, que tanto encanto tienen para alumnos y profesores.
El día 7 de enero volvieron los pajaritos a la jaula, manifestando una alegría, que consoló mucho a sus profesores. Quiera Dios que ese cariño mutuo siga siempre como entonces, siendo una característica del Colegio.

Seis angelitos hicieron su primera comunión el día de San José: Faustino Vial, Félix Díaz, Álvaro d’Estoup, J. Mª. Brú, J.M. Aróztegui [17] y Ricardo de la Cierva [18]. Comulgaron en la Capilla del Colegio de Huérfanos del Sagrado Corazón [19] de la calle Claudio Coello, 102, en medio de una profunda emoción.

El mes de mayo fue una magnífica explosión de amor filial de nuestros 26 niños hacia su excelsa Madre. Todos los días, flores y cirios afluían con manifestación irrecusable de entrañable cariño. Un canto sencillo acompañado por el violín, la lectura de las maravillas de Lourdes, una resolución y dos decenas de rosario, constituían el piadoso ejercicio.
Nuestros cuatro alumnos de primer año, afrontaron los exámenes con suerte desigual: Ocho sobresalientes, tres notables, tres aprobados, un suspenso y dos matrículas de Honor. Resultado satisfactorio tratándose de alumnos libres.

Entre tanto, los alumnos se confabulaban para ofrecer un regalo al Director para el día de su santo, el 21 de junio. Consistió en dos artísticas columnas de nogal, dos macetas mayólicas y soberbias palmeras. La fiesta fue lo que había sido todo el año transcurrido, una explosión de encantadora vida de familia, en donde los profesores son los hermanos mayores y los alumnos, los benjamines de la casa. Una alegre merienda en la Moncloa y una triunfante vuelta en tranvía, remataron la fiesta, y ya estaban en puertas las vacaciones.
Sin embargo, antes de salir para el norte, se arreglaron las nuevas clases de 2º. año y de los párvulos que habían de abrirse el curso siguiente…
Notas del editor:
- Luis Heintz y Loll (Colmar 1886 – San Sebastián 1934): Gran aficionado a la espeleología, obtuvo el doctorado en ciencias el 11 de abril de 1908 en la Universidad Central, con la lectura de la tesis “Espeleología: estado actual de la espeleología, la espeleología en España, la espeleología en Álava. Fundador y director del colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid desde 1907 hasta 1924. Director del colegio de los marianistas de Vitoria desde 1925 hasta 1930.
- Carlos Kauffman (1866-1943): Sacerdote marianista.
- Juan Alonso y Alonso (1868-1946): Primer marianista español.
- Anastasio Bilbatúa (1879-1967): Religioso marianista. Primer cocinero del colegio.
- Francisco Olaso (1880-1932): Religioso marianista. Carpintero.
- José María Brú López (1896-1963): Promoción de 1913. Registrador de la propiedad.
- Faustino Vial de Kerdec Pérez: Promoción de 1913. Faustino fue el primer alumno en matricularse en el colegio y, por tanto, podemos decir que fue el primer pilarista. Murió en combate durante la Primera Guerra Mundial.
- Félix Díaz Tolosana: Promoción de 1913. Ingeniero agrónomo.
- José María Díaz Tolosana: Promoción de 1914.
- Álvaro D’Estoup Barrio: Promoción de 1913.
- Carlos Pardo Jiménez: Promoción de 1916. Fue portero del Real Madrid entre 1917 y 1923 y del Atlético de Madrid. Aunque estos datos no están confirmados.
- Joaquín Angoloti Cárdenas (Madrid 1900-Londres 1954): Promoción de 1916.
- Ignacio de Cárdenas Pastor (Madrid 1898-El Espinar 1979): Promoción de 1914. Arquitecto responsable de los planos de la sede de la Telefónica en la Gran Vía madrileña.
- Jaime de Cárdenas Pastor (Madrid 1900-Soria 1982): Promoción de 1916. Médico pediatra.
- Emilio Molins Bula: Promoción de 1914. En 1908 hizo la primera comunión en el colegio San Felipe Neri de Cádiz.
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Podría tratarse de Eduardo Surmely Marchal, profesor de lenguas en Madrid y miembro de la Sociedad Española de Historia Natural, interesado por la Botánica y la Entomología; además fue funcionario del Ministerio de Hacienda.
- José María Aróztegui Bastour: Promoción de 1913.
- Ricardo de la Cierva y Codorniu (†Paracuellos del Jarama 7-11-1936): Promoción de 1913. Abogado y político, hijo del ministro de Alfonso XIII Juan de la Cierva y Peñafiel, hermano del ingeniero e inventor Juan de la Cierva y padre del ingeniero e inventor Juan José de la Cierva y Hoces (promoción de 1943) y del historiador y político Ricardo de la Cierva y Hoces (promoción de 1945). Al estallar la Guerra Civil Española fue capturado en Barajas por la delación de un colaborador, cuando trataba de huir a Francia para reunirse con su mujer y sus seis hijos pequeños. Encarcelado en la cárcel Modelo de Madrid, pasó sus días como recluso en pésimas condiciones hasta la fecha en que fue excarcelado para ser fusilado junto a otros cientos de víctimas en las matanzas de Paracuellos. Todo ello a pesar de las promesas declaradas por distintos mandatarios republicanos al cónsul de Noruega en las que se alegaba hacer todo lo que era posible para liberar al abogado, tal como cuenta Félix Schlayer en su célebre libro biográfico “Un Diplomático en el Madrid rojo”. Fuente: Wikipedia.
- Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón: Fue un edificio construido entre 1880 y 1886 en la calle Claudio Coello y derribado en 1973. Albergó la institución creada por Ernestina Manuel de Villena para ayudar a los niños huérfanos.
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