Ya he comentado en alguna ocasión (ver Historia de una medalla) los diferentes usos a los que se destinó el edificio de la calle Castelló durante la Guerra Civil. También había compartido con vosotros algunas fotografías de los dibujos que se encuentran en las paredes del local de la Asociación de Antiguos Alumnos -bajo la escalera principal-, y que hasta hace pocos años habían permanecido ocultas para la mayoría de nosotros.
Una vez más ha sido el Padre Enrique Torres s.m. quien ha puesto en mis manos nuevos datos para aportar luz a estas pequeñas curiosidades de nuestro querido colegio. A continuación, reproduzco el trabajo que Don Enrique me ha hecho llegar:

Los dibujos de la escalera principal
En el actual despacho de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Pilar, hay un conjunto de dibujos que cubren paredes y techos. Se trata de un llamativo conjunto pintado en los años 1936-1939, en los que el edificio del Pilar estuvo ocupado por el Hospital de la Princesa.
Pero empecemos por un dato poco conocido que pude comprobar hace poco. ¿Cómo vino a parar al Pilar el Hospital de la Princesa? La historia está bien detallada en el libro del centenario del Colegio (El Pilar, cien años de historia, Madrid, Ed. SM, 2007, pp. 89-91). Ahora contamos con una explicación más: podemos añadir que fue un médico del Centro, antiguo alumno, quien sugirió a la Dirección del Hospital que el Colegio del Pilar estaba incautado y en ese momento disponible. Este médico, Luis Cifuentes Delatte (1907-2005, promoción de 1922), era un urólogo que ya empezaba a destacar y que fue con el tiempo una eminencia tanto en España como en Francia, contando con su excelente francés aprendido en el Colegio.

Volvamos ahora al despacho de antiguos. Gracias al estupendo trabajo del profesor Mariano Gaite Magdaleno, ya jubilado, tenemos una detallada información sobre estos dibujos (Cf. Colegio del Pilar, Historia de un proyecto educativo 1907-1936, pp. 236-241).
Dado que este escrito no es fácilmente accesible por tratarse de un pro-manuscrito, me ha parecido importante el darlo a conocer con este resumen más manejable. Los párrafos siguientes son cita casi textual del trabajo del profesor Gaite:

«El autor de estos dibujos parietales es un médico que trabajó en el Colegio, cuando éste era Hospital de Guerra. Su nombre es Eduardo Velilla Mateos, nacido en Soria en 1909 y fallecido en Valdeavellano de Tera, Soria, en 1989. Tuvo dos hijos en el Colegio: Manuel y José Luis Velilla Crespo (prom. 1950 y 1957).

En estos dibujos hay diferentes tipos de animales, algunos de ellos con rigurosas disecciones, fruto de su gran habilidad como médico cirujano: cráneos de aves y mamíferos, sistema digestivo de reptiles, sistema nervioso de aves y su médula. Algunos están conservados en alcohol. Todos ellos presentados de forma didáctica, accesible a personas no especializadas como el autor. El Dr. Eduardo Velilla trabajó como cirujano en el Pilar, Hospital de sangre durante casi toda la guerra. Católico y sin ambiciones políticas se encuentra como tantos, en el punto de mira de las autoridades republicanas y de pistoleros de retaguardia. Gracias a su profesión de cirujano, vital en aquellas circunstancias, pudo salvar su vida y también la de varias personas al mantenerlas ingresadas en su servicio. De aquellas intervenciones quirúrgicas va guardando balas de diferentes calibres y trozos de metralla extraídos a los heridos. Gracias a su familia, como veremos después, conservamos alguno de estos restos en nuestro museo. Es más, aprovechando los momentos de descanso entre operaciones realiza una serie de dibujos en las paredes de la bóveda situada debajo de la escalera principal. Los motivos son: pájaros, mamíferos y alguna rana. Es una manera de expresar su añoranza por el incipiente museo que él ya había iniciado en su casa de Soria. Este lugar, bajo la escalera, no fue su dormitorio, como algunos han sugerido, sino un espacio descanso y lectura, ya que siguió viviendo toda la guerra en su vivienda de la calle General Porlier, esquina a Ayala. Es decir, a algunos pasos del hospital.

Acabada la guerra en 1939, el Doctor Velilla continua su actividad profesional como médico, compaginándola con su afición biológica. Esta se centra en la ornitología, la flora y la fauna de la cuenca alta del Duero (zona norte de Soria). Así va reuniendo con el paso de los años una importante colección de aves y mamíferos. Y es obligado ahora mencionar a su esposa, Felisa Crespo García, paciente colaboradora en la preparación y cosido final de cada ejemplar disecado y en la conservación de esta colección, situada en la casa veraniega de Valdeavellano de Tera (Soria).

Finalmente, la familia Velilla Crespo (José Luis Velilla Crespo y su sobrina Macarena Velilla) decidió hacer donación de todo su museo soriano al Colegio del Pilar, como consta en el documento de 10 de enero de 2011. El documento de donación y aceptación, firmado por la familia Velilla y la Dirección del Colegio puede verse en el escrito de Mariano Gaite: “El gabinete de Historia Natural Don Pedro Ruiz de Azúa. Colegio del Pilar, pag. 32 y ss.”

Y a primeros de abril de ese mismo año se procedió al traslado a Madrid de todo ese material con la generosa colaboración de Fernando López Aranguren, Director Técnico, Mariano Gaite, profesor y el transportista Félix Monge.«
Y acaba así D. Mariano: «espero que el arduo trabajo para poner en valor todo el Gabinete de Ciencias Naturales, no caiga en vacío. Por el contrario sea de provecho y fuente de ideas pedagógicas, científicas y vocacionales para las futuras generaciones de los alumnos y alumnas del Colegio del Pilar.»
Y hasta aquí el trabajo que tan amablemente me ha hecho llegar Don Enrique. Por añadir algo más de información al trabajo del padre Torres y Don Mariano Gaite, incluyo una de las notas biográficas que proporcionó su hijo en el número de Octubre de 2011 de la Revista Siempre Pilaristas: «En 1936, mi padre era Jefe Clínico del servicio de Cirugía y Ginecología del Profesor D. José Blanc. Tenía previsto irse de vacaciones con su familia a Soria el 15 de julio, sin sospechar, como la mayoría de los españoles, que la Guerra Civil estaba a punto de estallar.»

Por último, y para público conocimiento de los lectores, incluyo a continuación las condiciones que se firmaron en el 2011 entre el Colegio del Pilar (representado por D. Enrique Quintana) y los herederos de D. Eduardo Velilla para la donación de la colección al colegio. Esperamos que dichas condiciones se cumplan como se acordó en su día:
- Primera: Que los ejemplares de la colección estén correctamente cuidados y expuestos.
- Segunda: Que sirva como material didáctico de apoyo para la enseñanza de las Ciencias Naturales de los alumnos del Colegio Ntra. Sra. del Pilar.
- Tercera: Que en la exposición de dicha colección se haga mención expresa del autor y su biografía y
- Cuarta: Que en el caso que estas condiciones no sean cumplidas por la Dirección del Colegio, la colección revertirá a la familia donante.
Sirva este artículo como póstumo homenaje a los doctores Luis Cifuentes y Eduardo Velilla que, como hemos visto, tanto hicieron por el colegio.
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