Enrique Goded Alonso había nacido en 1921. Era el hijo menor del General Manuel Goded Llopis y de Josefina Alonso Anel, que contrajeron matrimonio en 1908. Tanto Enrique como su hermano mayor, Manuel, estudiaron en el colegio, perteneciendo a las promociones de 1937 y 1925, respectivamente.
El General Goded era Comandante Militar de Baleares cuando se produjo el Alzamiento Nacional. Tras asegurar el control de Mallorca e Ibiza se dirigió en un hidroavión a Barcelona para dirigir la sublevación en la ciudad condal tal y como estaba planeado. Sin embargo, el golpe fracasó en Barcelona y tuvo que rendirse a las autoridades. Goded fue juzgado y condenado a muerte el 11 de Agosto de 1936, y fusilado al día siguiente.

Su hijo mayor, Manuel, abogado de 27 años, fue a Mallorca a pasar el verano con su padre pero en vista de los acontecimientos y del riesgo que corría la vida del general, viajó también a Barcelona donde fue detenido y juzgado el 20 de Abril de 1937 [1]. El juicio contra Manuel se fue suspendiendo sucesivamente hasta que finalmente, Manuel pudo sobrevivir a la guerra.
Pero el protagonista de nuestra historia es el joven Enrique Goded. Enrique tiene 15 años cuando estalla la Guerra Civil y fusilan a su padre. En una entrevista publicada el 1 de Enero de 1939 en la revista de la Sección Femenina, Dña. Josefina, su madre, reconoce que Enrique estaba furioso «porque por su corta edad no le dejaban hacer lo que al mayor [secundar a su padre y defender sus ideales]» [2]. Al conocer la noticia del trágico final de su progenitor intenta alistarse, y posteriormente ser admitido en la escuela de alféreces provisionales de Lluch (Mallorca), pero no cumple todos los requisitos: bachiller superior y 18 años cumplidos. Aunque había una alternativa: presentar una declaración jurada donde se falseaban los datos. Finalmente en Junio de 1937 consigue ingresar en la escuela.

Al terminar los cursos, ya como Alférez Provisional, Enrique, se incorpora a la Legión. «Tras varios traslados, acabaría en la VI Bandera, una de las más fogueadas, donde combatiría en primera fila desde su llegada. Goded actuaría siempre en la vanguardia de su agrupación y en los combates más duros de la guerra. Primero en la durísima batalla de Teruel, después en el cruce del río Alfambra y los altos de Celadas. Más tarde iniciaron la Campaña de Aragón que habría de llevar a las fuerzas nacionales hasta el Mediterráneo, dividiendo en dos la zona republicana. Rápidamente vendría la toma de Lérida, hasta que el 25 de Julio el Ejército de la República contraatacó dando lugar al inicio de la Batalla del Ebro.» [3]

El día 26 de Julio de 1938 el joven pilarista, recién ascendido a Teniente llega con su unidad al Puy de Aliaga (cota 481 cerca de Gandesa, Tarragona). Así lo describe la orden de concesión de la Medalla Militar:
«Méritos contraídos por el Teniente don Enrique Goded Alonso»
«Este Oficial marchó formando parte de su Unidad a la posición defensiva de Puig de Aliaga; permaneció durante la noche del 26 al 27 y días 27,28 y 29 del pasado en el sector principal de la posición más peligroso y codiciado por el enemigo, el cual hacía interrumpidos ataques durante el día y la noche, resultando herido en uno de estos ataques en la madrugada del día 27, sin consentir ser evacuado. En los ataques que fue objeto consiguió siempre rechazar al enemigo con gran número de bajas, llegando en estos asaltos hasta la lucha cuerpo a cuerpo, arrebatando en uno de ellos la bandera de la Unidad enemiga que intentó asaltar la posición. Este Oficial dirigió a sus legionarios con gran pericia, dando muestras de gran espíritu, arengando constantemente a su Sección con gritos de «Viva la Muerte» y «Viva la Legión», hasta la noche del día 29, que halló gloriosa muerte al lado de sus legionarios.» [4]

La VI Bandera de la Legión sufrió más del 50% de bajas en esta acción. Dada su juventud y el apellido que ostentaba, la muerte de Enrique Goded no pasó desapercibida en la retaguardia. Los periódicos de uno y otro bando la recogieron: «Hemos enterrado a Goded de la VI Bandera de la Legión», escribió el famoso cronista Tebib Arrumi. «¡Quince años como aquel capitán de la novela de Julio Verne! Ideal para leer libros de hazañas y aventuras, y soñar que algún día podrá realizarlas y vivirlas Un personaje hasta ayer ficticio (el capitán de 15 años) existe hoy en España», firmó Jeromín un artículo en El Heraldo de Aragón.
En la Galería Militar Contemporánea del Servicio Histórico Militar, su nombre, foto y méritos son evocados como Enrique Goded Alonso, Capitán de Infantería (fue ascendido tras su muerte). Con 17 años, es el capitán más joven de la Guerra Civil, y… pilarista.
Notas del Editor:
- Ahora, 21-IV-1937 pág. 2.
- Y: Revista para la mujer nacional-sindicalista del 1-I-1939, pág. 3.
- «Con 17 años, el capitán más joven fallecido». Artículo de Jaime Latas publicado en Crónica el 29-III-2009.
- BOE del 22-IX-1938
agosto 14, 2021 at 04:23
Admirable historia la del joven y heroico Capitán. Digno hijo de su valeroso padre. Ambos murieron por España.
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marzo 31, 2023 at 17:29
Honor y gloria, Viva España con Hnor
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