Esta semana continuamos recorriendo la revista Recuerdos del curso 1914-1915. Como era habitual en todos los números, se incluía un capítulo dedicado a las nuevas adquisiciones de material escolar. El colegio se caracterizó desde un principio por la enseñanza práctica y experimental, lo que obligaba a una inversión continua en materiales didácticos que llegaban desde todos los rincones de Europa.

Espero que disfrutéis de la lectura.

Material escolar.


En este orden se ha atendido con gran preferencia a las Ciencias naturales, cosa por demás muy en su punto, dado el papel principalísimo que las colecciones desempeñan en las clases de Ciencias.

El estudio de las «Industrias», apéndice obligado de la asignatura de Agricultura, se ha facilitado con los diez y ocho cuadros tecnológicos de Max Eschner.

Clase de física en el edificio de Claudio Coello 41.
Clase de física en el edificio de Claudio Coello 41.

Dentro de la misma asignatura, una bien estudiada selección de abonos minerales, en frascos a propósito, permite ahora a los agricultores de mañana manejar ya en clase lo que luego tendrían que emplear como ingenieros competentes. Al lado, otra de semillas, igualmente seleccionadas; y para completar todo, una serie de láminas de cartón, encima de las cuales están agrupadas las espigas de todos los cereales.

La Zoología se ha enriquecido con la última remesa de animales marinos procedentes de la Estación biológica de Santander, contando esta colección en la actualidad 190 bichos de toda forma, tamaño y color, conservados en alcohol, amén de un tipo disecado para cada uno de los diversos órdenes de peces que comprende su clasificación zoológica.

Colección de mariposas del Museo de Ciencias Naturales «Pedro Ruiz de Azúa» del colegio.

En cajas con tapa de cristal quedan condenados a perpetua inmovilidad centenares de desgraciados insectos, clavados con sendos alfileres, según todas las reglas del perfecto naturalista; y, por falta de sitio más apropiado, un soberbio cocodrilo con su cría se explayan perezosamente, según inveterada costumbre, encima del armario de zoología, entre los gigantes malacológicos y los caparazones de enormes tortugas.

Cocodrilo del Museo de Ciencias Naturales "Pedro Ruiz de Azúa" del colegio.
Cocodrilo del Museo de Ciencias Naturales «Pedro Ruiz de Azúa» del colegio.

Con la paciencia propia del caso se ha creado el herbario del Colegio, que en la actualidad cuenta ya con más de mil plantas, haciendo más entretenido y más provechoso el estudio de la Botánica.

Hojas del herbario del Museo de Ciencias Naturales "Pedro Ruiz de Azúa" del colegio.
Hojas del herbario del Museo de Ciencias Naturales «Pedro Ruiz de Azúa» del colegio.

La Petrografía ha ampliado su material con la adquisición de una colección de láminas talladas, pudiendo desde ahora completar con el elegante procedimiento microscópico un estudio que sólo se verificaba por los métodos clásicos de las vías seca y húmeda.

Por fin, y sujeto al techo de la clase mediante una ingeniosa combinación de poleas, pende el gran mapa de 3,50 X3,50 m., editado por la Comisión nacional Geológica.

Las Artes se han beneficiado con primorosas reproducciones en yeso de los cinco órdenes arquitectónicos: dórico, jónico, corintio, compuesto y toscano, sirviendo a la vez de modelos a los alumnos de dibujo y de muestras los estudiantes de Historia Universal.

Una sala de dibujo en 1923.
Una sala de dibujo en 1923.

Además, dos albums repletos, uno de numerosísimas postales con las obras maestras de todas las escuelas de arquitectura, y el otro con los innumerables monumentos geográficos desparramados por toda la superficie del globo, permiten que los alumnos contemplen, sin gastos de viaje, tantas maravillas que Dios y los hombres han sembrado por el mundo y los museos.