En esta ocasión nos acordamos de Luis Hernández Contreras (q.e.p.d.), un alumno que con tan sólo seis años abandonó este mundo. Esto nos puede dar idea de lo duras que eran las condiciones de vida hace cien años, incluso para los más afortunados. A continuación, la necrológica publicada en el anuario del colegio en 1918:

Luis Hernández Contreras


Ha muerto en la temprana edad de seis años, víctima de penosa enfermedad que un momento pareció vencida, pero la cual, de resultas de una complicación, llegó a causar el fatal desenlace. En los pocos meses que asistió al Colegio demostró una gran bondad de corazón que le hacía afable y fino en sus relaciones con compañeros y profesores.

Su corazón todavía tan inocente era sumamente accesible a la compasión y se enternecía cuando veía sufrir a su hermanito [1] o a cualquier compañero.

Dentro de sus obligaciones infantiles cumplía con aplicación y verdadero deseo de aprender.

Ahora que aquella compasión más o menos instintiva se habrá convertido en fervorosa caridad cristiana cuentan sus padres con un intercesor cerca de Dios y sus compañeros y profesores esperan la ayuda de sus inocentes plegarias.

Notas del Editor:

  1. Supongo que el hermano al que se refiere el texto es D. José Hernández y Contreras (†1986), abogado y 16 Vizconde de Altamira de Vivero, de la promoción de 1934, y que a la muerte de su hermano debería tener uno o dos años.