Es posible que algún observador curioso se haya percatado que desde la Nochebuena y hasta el día de Reyes una luz brilla durante las noches sobre el alféizar de una de las ventanas del colegio.
Hace ya unos años un cirio encendido en el tercer piso, donde reside la comunidad marianista, nos recuerda que estamos en tiempo de Navidad. El responsable de esta singular tradición es el padre D. Enrique Torres, que mantiene esta costumbre desde que en la Navidad del 2014, monseñor Osoro lanzara una iniciativa para hacer patente en nuestros hogares el nacimiento de Cristo.

Pero cuando en estos días, en los que vamos todos un poco atareados y agobiados con las compras y los compromisos navideños, contemplamos el titilar de la llama en lo alto del colegio, los pilaristas no podemos evitar recordar aquellas palabras de nuestro himno: «Santo faro fanal vigilante». Porque, en definitiva, esa pequeña luz es precisamente eso, un faro en la noche que nos recuerda lo verdaderamente importante en la Navidad.
Por último, también resulta especialmente reconfortante saber que la comunidad marianista sigue velando por todos nosotros en el tercer piso. Hago mías las palabras que escribió Víctor Hugo en Los Miserables: «Quizá no haya obra más sublime que la que hacen esas almas. Quizá no haya trabajo más útil. Se necesita a los que rezan siempre por los que no rezan nunca.»
diciembre 31, 2019 at 04:13
Precioso! Emocionante!
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