Como ya adelanté la semana pasada, rescato hoy uno de los textos que poblaban las revistas colegiales del curso 1914-1915. En este caso, se trata de una poesía incluida en El CBDO cuyo autor es el malogrado poeta Ramón Álvarez Serrano del que ya hablé en San Agustín y un Niño, de la promoción de 1915. Espero que os guste.

SE VIVE!

Glorieta de Cuatro Caminos en 1915.
Glorieta de Cuatro Caminos en 1915.

-¿A dónde vas. Petronilo?
-¡Hola Nemes! ¿Cómo vamos?
-De salú bien, que no falta,
pero muy remal de cuartos,
que llevamos ya unos días
que no se encuentra trabajo
manque con candil se busque.
¡Pero, en fin! Vamos pasando.
Y tú qué, ¿trabajas mucho?
-¡Yo trabajar!… Eso al gato.
-¿Pues entonces, cómo vives
con un lujo exagerado?
¿Cómo comes en la tasca,
y llevas traje tan majo,
y no fumas ya colillas,
sino cigarros habanos,
y llevas reloj de plata,
y zapatos charolados?
¿A qué debes Petronilo
tal mudanza en medio año?
¿T’a tocao la lotería?
¿Heredaste al millonario,
a cuyo servicio estabas?
-¡Qué había yo de heredarlo!
-Pues explícate chavea,
porque es algo extraordinario
que yo no acierto a explicarme
por más que hago por lograrlo.
-Pues escucha y no te canses,
pues no habrías de encontrarlo
aunque estuvieras dos días
y dos noches cavilando.
¿Sabes Nemes de qué vivo?
De accidentes desgraciados.
-No te entiendo.
-Pues paciencia.
Lo sabrás dentro de un rato,
que es la cosa más sencilla
que jugar al mus o al plato.
Tomo una cesta que tengo
siempre para tales casos;
me voy a una huevería
y pido huevos pasados,
o podridos que es lo mesmo,
y corriendito me marcho
al sitio por donde sea
más dificultoso el tránsito,
y por mitad de la calle
voy tranquilo y sosegado,
y en cuanto que veo un coche
de esos de punto o un auto,
me pongo delante d’él
o los ochenta caballos
y hago que se me atropelle,
pero sin hacerme daño,
procurando caer siempre
a cualquiera de los lados.
La cesta es atropellada
y los huevos escalfados.
Chillo, protesto, alboroto,
viene el público indignado,
se arma la gorda, y entonces,
salen los amos del auto,
me indemnizan, y tranquilo
por mi camino me marcho.

RAMÓN ÁLVAREZ.
(6.° año.)

(De El CBDO).