Hoy vamos a recordar el acto de inauguración del Monumento a los Caídos que se encuentra en el segundo piso, al final de la Escalera de Honor del colegio.
El acto estaba programado para las 10:00 de la mañana del domingo 13 de Junio de 1943, por tanto, en plena II Guerra Mundial y cuatro años después del fin de nuestra Guerra Civil. Sin embargo, el proyecto había empezado a fraguarse unos años antes, en 1940, cuando algunos arquitectos antiguos alumnos comenzaron a trabajar en el diseño: Luis Martínez-Feduchy Ruiz (17), Luis Moya Blanco (19) y Francisco Echenique Gómez (26). El monumento estaría compuesto por una vidriera de la casa Maumejean, representando a la Virgen del Pilar rodeada por los héroes y mártires, alumnos y profesores caídos durante la guerra; y por un monumento en marmol donde quedarían inscritos los nombres de 14 profesores y 336 alumnos.

En primer lugar, se celebró una misa oficiada por el padre jesuita y antiguo alumno José María Cánovas del Castillo y Teresa (26). A tal efecto, se instaló un sencillo altar frente a la portería del colegio, al que dieron guardia de honor cuatro oficiales del Ejército, también antiguos alumnos.



En la tribuna de autoridades se encontraban el Teniente General Agustín Muñoz Grandes, en representación del Jefe del Estado; el ministro de la Gobernación, D. Blas Pérez; los subsecretarios de la Presidencia y del Ministerio del Aire; el alcalde de Madrid; los generales Borbón, Uzquiano, Saénz de Buruaga, Bermúdez de Castro, Vitoria, Ibáñez Aldecoa, el almirante Carre; el rector de la Universidad Central, el decano de la Facultad de Medicina, el director del Instituto San Isidro y otras muchas personalidades civiles y militares.

Tras la eucaristía, hubo un concierto de la Orquesta Sinfónica y el coro del colegio dirigido por el profesor Santos Moreno.

Tras finalizar la interpretación del coro, se pronuciaron discursos por parte del director del colegio, D. Florentino Fernández, del presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, Juan Leyva Andía (22), y del Teniente General Muñoz Grandes.
El primero, «pronunció un discurso para poner de manifiesto la significación del acto y el sentido espiritual y el valor representativo que alcanzaban los mártires conmemorados, cuyos ideales constituyen el lema del Colegio: Religión y Patria», según rezaba la crónica del diario Ya.


A continuación, fue D. Juan Leyva quien tomó la palabra para «ensalzar la comunidad que sustenta a la gran familia que constituye cuantos han pasado por las aulas del Colegio.», según la misma crónica. En su discurso, el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, con excelente oratorio pronunció estas emocionantes palabras: «Cuando estaban en peligro España, la verdad y la libertad, los caídos dieron su vida por estos santos ideales.»

Para finalizar intervino Agustín Muñoz Grandes haciendo referencia a los vínculos que le unían con el colegio: «con placer he venido en representación a este santo Colegio del Pilar, donde se educa mi querido y único hijo». Se refería a Agustín Muñoz Galilea (52), que también ha sido Teniente General.


También recordó a algunos de los caídos, como a los hermanos Joaquín y Enrique Ruiz-Vernacci Pérez-Bueno: «Conozco el temple de los alumnos del Pilar. He visto a un Vernacci que había perdido dos hermanos en Rusia y cuando al que vivía lo reclamó su madre no quería venir. Yo me impuse y él me dijo: yo no puedo presentarme a mi madre dejando aquí a dos hermanos. El valor y el saber morir: eso lo tenemos los españoles y no siempre se nos reconoce en el mundo», como describe D. Pedro Ruiz de Azúa en uno de sus cuadernos.

La prensa describía así el discurso: «Finalmente el teniente general Muñoz Grandes cerró el acto con una vibrante y encendida alocución, en la que cantó las excelencias de una educación religiosa y patriótica que sabe forjar almas de héroes y de mártires. Exaltó las vitudes del trabajo, en el que deben formarse las juventudes de España, porque la Patria, que necesita unas veces de la sangre de sus hijos, precisa todos los días de su labor constante y tenaz para llenar su papel en la Historia.»


Después de las alocuciones de los intervinientes en el acto, los invitados se trasladaron frente al monumento, aún oculto por una cortina, para leer los nombres de los 350 caídos. La lectura fue llevada a cabo por seis antiguos alumnos, ya alféreces provisionales.

Una vez terminada la lectura el P. Cánovas del Castillo bendijo el monumento y se descubrió la cortina que lo cubría.




Al descorrerse la cortina, la banda de la 13 División interpretó los himnos del Movimiento y el Teniente General dio los gritos de rigor.


Para finalizar el acto los 1.800 alumnos del colegio desfilaron frente a las autoridades mientras la banda de la 13 División interpretaba varias marchas.


José Luis Merino Boves (46), miembro del Frente de Juventudes, preparó a los alumnos para el desfile. José Luis, director de cine y guionista, murió a los 92 años en Julio de 2019.





Fuentes consultadas:
- ABC del 13 de Junio de 1943, página 25.
- Hoja del Lunes del 14 de Junio de 1943, página 6.
- ABC del 15 de Junio de 1943, página 5.
- Crónica del diario Ya.
enero 19, 2022 at 19:36
La verdad es que el número de pilaristas víctimas de la guerra resulta impresionante, no se el número exacto de los que pasaron por sus aulas hasta el 36, pero no me extrañaría que saliera un porcentaje cercano al 10%.
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