Ahora que Madrid ya está en Fase 1 y que podemos dar un paseo, os propongo un itinerario por las calles del barrio, pero recordar llevar siempre la mascarilla y guardar las precauciones necesarias.
De la mano del padre Enrique Torres, S.M., vamos a recorrer algunos de los lugares más significativos en la historia del colegio en el entorno del barrio de Salamanca.

Itinerario primero: conociendo el barrio de Salamanca
El punto de partida de estos itinerarios madrileños es el Colegio del Pilar, situado en el Barrio de Salamanca, calle Castelló número 56 (cuando se compró el Colegio, le correspondía el número 54 de Castelló; en 1934, se le adjudicó el número 50; y en 1945, el número 56, que actualmente tiene).
El paseante baja la calle Castelló, por la misma acera del Colegio, y cruzada la calle Ayala, se detiene en el número 46 (era el 40, en 1936). En esta casa, piso 3º izquierda, se refugiaron los marianistas Florencio Arnáiz, Sabino Ayastuy y Joaquín Ochoa, acogidos por las beneméritas hermanas Eladia y Pilar Bazán Brig. Aquí estuvieron desde el 19 de Julio hasta el 13 de Septiembre de 1936, los tres en la misma habitación. Con ellos, había dos religiosos dominicos, el P. Manuel Álvarez y el hermano Teófilo Montes, compañeros de martirio de nuestros tres marianistas. Desde la calle se ve el zaguán de entrada. En él, Sabino Ayastuy se despidió del portero, cuando salía detenido por los milicianos. Fue un abrazo de perdón al que los había delatado. Se pueden contemplar los balcones del tercero izquierda. Para saber más detalles sobre este suceso podéis consultar la entrada Un poco de Memoria Histórica.

Se prosigue Castelló abajo hasta llegar a la Calle Goya, calle que se toma torciendo a la izquierda. Se puede ver ya la Parroquia de la Concepción. En esta Iglesia, que entonces era la Parroquia del Colegio, se celebró el funeral por el P. Domingo Lázaro, el 23 de febrero de 1935, y también las primeras comuniones entre 1914 y 1921.
Se sigue por la calle Goya, y atravesada la calle Velázquez, entramos en la zona donde se desarrolló el primitivo Colegio del Pilar, que funcionó durante años (1907-1921) en diversos edificios alquilados. Hacemos una parada en Goya 19, esquina a la calle Claudio Coello. En un piso de esta casa, que entonces era Goya 13, empezaron las clases del Colegio, el 2 de octubre de 1907 (ver El primer año del Colegio).

Se dobla la esquina de Goya con Claudio Coello, en dirección a Hermosilla. En 1910, tres clases de pequeños se trasladan al número 42 de esta calle. La casa actual, totalmente remodelada es el número 38.
A partir del 1912, la primera enseñanza emigra a Claudio Coello 41, entre Goya y Hermosilla, casa que actualmente lleva mismo número. Esta casa, remodelada por dentro como tantas otras del barrio, conserva sin embargo el aire de la fachada, con su típico portal de la época. Se puede identificar porque nos han llegado fotos de este edificio. También tuvimos algún local, en la casa adyacente número 39.

Volvemos a la calle Goya, por la acera de los pares. En 1913, la Primera Enseñanza pasa a la calle Goya 16 (entre Lagasca y Velázquez). Esta casa fue destruida hace tiempo y en su lugar hay un edificio moderno, sede de una agencia de la BBVA (actual número 14). En el mismo año 1913, la Segunda Enseñanza pasa a Claudio Coello 41. En esta “L” formada por las calles Goya y Claudio Coello, el visitante puede situar las idas y venidas de los Beatos Carlos Eraña (1908-1916) y Fidel Fuidio (1910-1921). Es también el barrio del P. Domingo Lázaro, que tenía su domicilio de Provincial en Goya 16, hasta trasladarse al edificio de Castelló, en 1921.

Seguimos nuestro paseo hacia la calle Velázquez, que tomamos girando a la derecha. Se trata de otra gran calle, ligada especialmente a nuestra historia marianista. En efecto, en 1909 se cambia la Administración Provincial de España a unos bajos del número 24, esquina a Goya, casa que actualmente es la sede de un banco. Allá residían el Provincial y el Inspector. Esta comunidad, con algunos estudiantes, dura hasta 1913.
Pero nos interesa más la acera de los impares por donde nos dirigimos hasta cruzar la calle Jorge Juan. La casa que hace esquina lleva el número 21. Allá residió, en el piso 3º izq., la Administración Provincial de España a partir del año 1933. Este fue también el domicilio del Padre Domingo Lázaro en el curso 1933-4. Y aquí se refugió el Padre Miguel Leibar el 24 de julio de 1936, cuando fue requisado el Colegio del Pilar. Después de unos días de gran incertidumbre fue apresado por los milicianos del Puente de Vallecas el 28 de julio, durante un registro al piso en donde encontraron una capilla con numerosos ornamentos religiosos. El P. Miguel fue inmolado ese mismo día cerca de la actual estación de Metro «Miguel Hernández», de la línea 1. Con él se llevaron también a dos beneméritos empleados del Colegio, cuya memoria debemos conservar: Melitón Díez de Guereñu, que fue fusilado con el P. Miguel, y Fabiana Rentero, que llevaron en otro coche. Después de ejecutarlos, volvieron los mismos milicianos a desvalijar el piso, arrojando por las ventanas los objetos religiosos y los archivos de la Administración Provincial. Con todo ese material hicieron una hoguera, en el bulevar de la calle Velázquez. La casa se conserva en casi idéntico estado al de aquel tiempo. No así el bulevar, que desapareció al hacer de la calle Velázquez una vía de tráfico preferencial, dirección norte. No es difícil imaginarse las escenas (Ver Beato Miguel Léibar: Ofrezco mi vida por Dios y por España).

Desde esta casa, doblando la esquina de la calle Jorge Juan, el paseante puede detenerse un momento evocando la comunidad de Jorge Juan 22 (actualmente corresponde al número 30 que ocupa un moderno edificio de oficinas). Esta comunidad funcionó desde 1904 a 1907, como residencia del Provincial y de algunos marianistas que frecuentaban la Universidad Central. De ella formó parte el Beato Fidel Fuidio (1904-1905), mientras asistía a las clases de la Universidad Central.

Se invita al paseante a dar marcha atrás para subir la calle Jorge Juan por la acera de los impares. Cruzada la calle Príncipe de Vergara se detiene en el número 55. Aquí estaba situada en 1936 la comisaría de policía del distrito de Buenavista, a donde los milicianos que incautaron el Colegio del Pilar llevaron a los religiosos que aún residían en el mismo. Fue el 24 de Julio de 1936. Después de varias horas se espera y de interrogatorios, fueron puestos en libertad, encontrándose en la calle con lo puesto. Algunos fueron a Velázquez y otros se refugiaron en distintos domicilios particulares. Fue el momento de la dispersión de los marianistas de Madrid, que duraría casi tres años. Entre estos religiosos estaban el Beato Carlos Eraña y el Beato Miguel Léibar.
Se regresa al Pilar por la calle de Príncipe de Vergara. Y aquí acaba nuestro primer paseo por las calles de Madrid.
febrero 24, 2022 at 14:06
Gracias Juan. Yo tambien soy hijo, sobrino, hermano, cuñado, tio… del Colegio. Me ha encantado el articulo y sorprendido por mi ignorancia. He pasado mil veces por delante de todos esos edificios y desconocia la relacion con los marianistas. Un fuerte abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona