El 14 de Mayo de 1914 se celebraron las Primeras Comuniones de la única tanda de ese año, compuesta por 67 niños. La ceremonia tuvo lugar, por primera vez, en la recién inaugurada iglesia de la Concepción y fue oficiada por los padres Fidel Abad y Eustaquio Nieto Martín, párroco del templo. En años anteriores las primeras comuniones se habían llevado a cabo en otros templos, como por ejemplo en el Santuario del Perpetuo Socorro.
D. Eustaquio, sería consagrado obispo de Sigüenza dos años después, en 1916. El 27 de Julio de 1936 fue fusilado y su cuerpo quemado por los milicianos.

Primera Comunión.
Por fin hemos podido celebrar este año la primera Comunión, donde parecía natural que se efectuara hace años, si las condiciones del local no nos hubieran ofrecido dificultades, demasiado considerables para salvarlas sin serio inconveniente: en nuestra querida parroquia.

Ya tenemos un templo parroquial digno de la importancia de esta feligresía, digno de los esfuerzos que ha reclamado su erección, digno de la Inmaculada que corona su airosa torre. En él han laborado a una la constancia inquebrantable y el celo imperturbable del señor Párroco, D. Eustaquio Nieto, la caridad que nunca dice basta y la piedad tierna y delicada hacia María de los feligreses, y el arte depurado y la sólida ciencia de eminentes arquitectos; con lo cual, y sin entrar en detalladas descripciones, damos a entender que nuestra Iglesia parroquial es un producto del más refinado gusto y de la más probada religiosidad.

Añádase a este hermoso escenario la amabilidad del señor Párroco que se ha prestado gustoso a presidir la ceremonia, el concurso de predicadores que juntan a su reconocida elocuencia ese algo que no se adquiere sino en el trato habitual con el niño, y es el tono insinuante y lleno de unción que va derecho al alma, y se comprenderá que este acto de la primera comunión, siempre tan tierno y tan simpático, ha revestido este año una grandiosidad y atractivo especiales.

A la hora anunciada salieron del Colegio, Goya, 16, los primeros comulgantes, en procesión, precedidos de la bandera de la Congregación, a cargo de los dignatarios y de los monaguillos, con sus vistosos trajes, y se dirigieron hacia el nuevo templo. El alegre repique de las campanas señaló al vecindario su entrada en la Iglesia, a cuya puerta salió a recibirlos el señor Párroco, ocupando luego los bancos que se les tenían reservados y llenando las vastas naves los miembros de sus familias y allegados y sus compañeros de Colegio, los cuales no se contentaron con hacer acto de presencia, sino que se acercaron con ellos a la sagrada Mesa, siendo muy subido el número de comuniones.

No vamos a relatar el pormenor de las ceremonias que substancialmente han sido las mismas de años anteriores, pero queremos hacer constar nuestro agradecimiento a cuantas personas han contribuido a realzar la solemnidad del acto; y más señaladamente al señor Párroco, a D. Fidel Abad, a D. José López Ballesteros [1] y a todos los cantores.

Inútil es añadir que el P. Emilio [2], que ha cargado con el peso de la preparación de los alumnos durante varios meses, tiene parte preponderante en nuestra gratitud.
Notas del Editor:
1.- Debe referirse a José Moreno Ballesteros: Autor de la partitura del himno del colegio, organista de la parroquia de la Concepción y padre del compositor Federico Moreno Torroba, autor entre otras de la célebre zarzuela Luisa Fernanda.
2.- P. Emilio Biron: Sacerdote marianista fallecido el 24-I-1936.
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