Continuando con la serie que comenzamos la semana pasada, hoy os traigo la historia de otro pilarista que entregó su vida a España durante la Guerra Civil luchando en los aires. En esta ocasión se trata de Melchor Sangro y Torres, antiguo alumno de la promoción de 1922.

Una familia numerosa y pilarista

Melchor pertenecía a una de la familias más destacadas y antiguas del colegio. Era el hijo primogénito del matrimonio formado por Pedro Sangro y Ros de Olano (1878-1959) –IV Marqués de Guad-el-Jelú, Grande de España, y Ministro Trabajo en el Gobierno del General Berenguer– y de Julia Torres Calderón. Los Sangro-Torres tuvieron además de Melchor a otros once hijos:

  • María del Carmen (1901-1953), casada en 1921 con su primo, Carlos Taboada Sangro (1898-1970), Conde de la Almina y pilarista de la promoción de 1914.
  • Luisa María (1902-1958).
  • María del Milagro (1903-1956), casada con Juan Magaz y Fernández de Henestrosa también pilarista de la promoción de 1916, como sus hermanos Carlos, Andrés y Jaime.
  • José (1907), antiguo alumno de la promoción de 1923 y que también participó en la Guerra Civil.
  • Pilar (1909-1997) casada con Fernando Silvela Tordesillas (†1966), posiblemente también pilarista como sus hermanos José Luis, Antonio, Gonzalo y Mariano.
  • Santiago (1911-1965), de la promoción de 1928.
  • Pedro (1913-1994), de la promoción de 1929, casado con Carmen Gómez-Acebo Miralles (†2014) de familia también muy vinculada al colegio.
  • Ignacio (1916-1936) que murió en el puerto de Somosierra combatiendo junto a sus amigos, los hermanos Miralles (ver Los hermanos Miralles: Españoles, hidalgos, valientes.).
  • María Jesús (1917-2009), casada con Eduardo Echevarría y Victoria de Lecea (†1984).
  • Julia (1919-1976), casada en el año 1944 en la Capilla del Colegio con Jaime Miralles Álvarez (1920-2003), pilarista de la promoción de 1937, y el menor de los hermanos Miralles.
  • Rosario (1923-1986), casada con Pedro Muñoz-Seca Ariza, antiguo alumno de la promoción de 1932 como sus hermanos Joaquín, José María y Alfonso, e hijo del famoso autor teatral asesinado en la guerra por los rojos.
D. Pedro Sangro y Ros de Olano, Marqués de Guad-el-Jelú.

Como hemos visto, la familia Sangro Torres era muy amiga de los Miralles Álvarez, no en vano los dos cabezas de familia habían estudiado juntos en otro colegio y decidieron llevar a sus hijos al colegio del Pilar.

Un estudiante ejemplar

Melchor había nacido el 11-III-1906 en Madrid y desde el principio destacó en los estudios como un alumno brillante. En el curso 1912-1913 aparece inscrito en el Libro de Oro de la clase de Párvulos B. En el mismo curso también aparece citado dos veces en el Orden del Día como primero o segundo de la clase [1]. En el curso 1916-1917 estudia su primer año de segunda enseñanza y obtiene dos matrículas de honor en Castellano y Geografía [2]. Al año siguiente, en el curso 1917-1918 es citado de nuevo en el Libro de Oro de la clase de Segundo Año B y aparece en cuatro ocasiones en el Orden del Día de su clase. Ese año también se encuentra su nombre entre los miembros de la Congregación de la Santísima Virgen en la sección de medianos [3].

Pero no todo iba a ser estudiar. También era un excelente deportista. En 1918, con doce años -aunque en la publicación aparece con once- participa en la Copa Gancedo de Esquí para menores quedando en 9º lugar. Su hermano José Sangro ganó la prueba con diez años [4].

Sin embargo, su verdadero sueño era ingresar en la Armada, y a este objetivo se consagra en cuanto tiene oportunidad. En 1921 aprueba el examen de aritmética para el ingreso en la Escuela Naval Militar [5]. Pero no debió de tener igual fortuna en las otras pruebas ya que en 1922 vuelve a presentarse para el ingreso en la Escuela y aprueba álgebra [6], y unos días más tarde, también trigonometría [7]. Finalmente, aprueba la oposición de ingreso publicándose los resultados el 29-VII-1922 [8], y se le nombra aspirante el 2-VIII-1922 [9] [10]. Siguiendo su historial militar, sabemos que con fecha de 1-IX-1925 es promovido de Guardiamarina a Alférez de Fragata Alumno [21].

Segunda República

Pocos datos he podido recabar de su hoja de servicios en la Armada, salvo que en 1926 estaba destinado en las fuerzas del Norte de África junto con otro ilustre pilarista, Manuel Cervera Cabello [11], ambos alféreces de de fragata.

Fotografía de Dora Gsell y Melchor Sangro.
Fotografía de Dora Gsell y Melchor Sangro. Blanco y Negro del 18-I-1931, página 68.

Después de terminar sus estudios en la Escuela Naval Militar contrae matrimonio el 6-I-1931 con la bellísima señorita de nacionalidad argentina, Dora Gsell Monasterio. La boda tiene lugar en París en la iglesia de Saint Pierre de Chaillot y es apadrinada por S.S.M.M. los Reyes de España. En la nota de sociedad publicada en el ABC se indica que «los nuevos señores de Sangro, que han recibido muchas felicitaciones, han emprendido un viaje de novios por Suiza e Italia, a cuyo regreso fijarán en Barcelona su residencia, donde el Sr. Sangro presta sus servicios como oficial del portaaviones Dédalo» [12].

Perfil del Portahidroaviones Dédalo en 1930.

Como todos sabemos, unos meses más tarde, el 14-IV-1931 se proclamaba la II República Española. Melchor, de profundas convicciones monárquicas como toda su familia, no podía acatar el nuevo régimen. Al negarse a prestar juramento a la República fue dado de baja junto a otros compañeros en Junio de 1931 [14].

Recorte de El Heraldo de Madrid del 10-VI-1931, página 16, relativo a Melchor Sangro Torres.
Recorte de El Heraldo de Madrid del 10-VI-1931, página 16, relativo a Melchor Sangro Torres.

Mientras tanto, la nueva familia iba aumentando y nacía el primer hijo del matrimonio, Pedro (†1988) –V Marqués de Guad-el-Jelú-, que también estudió en el colegio, como su padre, perteneciendo a la promoción de 1949. Sin embargo, pronto la felicidad se iba a truncar en desgracia cuando el 26-XI-1933 a consecuencia del segundo parto en el que nació su hija Marta (†2001), fallecía Dora Gsell [15].

Esquela de Dña. Dora Gsell Monasterio en el ABC del 3-XII-1933 página 66.
Esquela de Dña. Dora Gsell Monasterio en el ABC del 3-XII-1933 página 66.

Unos años más tarde, nuestro protagonista volvió a casarse con la joven Dña. Josefina Gamazo Arnús (1921-†2003). De este matrimonio nació una única hija, Regina, Marquesa de San Severo.

Durante estos años de vida civil, desarrolló su carrera profesional en el mundo de la radiotelegrafía. El 22-IV-1936 Melchor es ascendido a Teniente de Navío, aunque no he podido confirmar si había sido readmitido en la Armada.

Estalla la Guerra

Cuando se produce el Alzamiento Nacional busca asilo en la embajada Alemana situada en la calle Mayor. Al reconocer Alemania e Italia al gobierno de Burgos en otoño de 1936, el gobierno de la República ordenó el desalojo de sus respectivas embajadas deteniendo a los refugiados que allí se encontraban, entre ellos, Melchor Sangro [16][17]. De alguna forma que desconozco pudo evadirse y cruzar la línea del frente para pasarse a la Zona Nacional.

Al integrarse en el ejército nacional comienza su formación en la Fuerza Aérea Naval obteniendo el título de observador de aeroplano el 23-VI-1938 [18]. Aquí tengo que aclarar a los lectores que el Ejército del Aire como ahora lo conocemos no se crearía hasta 1939, antes de esa fecha había unidades aéreas dependientes de la Armada y del Ejército de Tierra.

Trimotor CANT-Z 506.
Trimotor CANT-Z 506.

Durante la contienda fue destinado con tratamiento de Comandante de la Fuerza Aérea Naval a la base de Pollensa (Mallorca) a donde se trasladó con su esposa y su hija. En noviembre de 1936 el Comandante Ramón Franco Bahamonde, hermano del General Francisco Franco y jefe del Sector Aéreo de Baleares, durante una inspección del territorio, decidió establecer en Pollensa una base de hidroaviones, debido a la estratégica situación del puerto. A comienzos de 1937 dieron comienzo los trabajos para instalación de la base, momento que coincidió con la entrega por parte de Italia de varios hidroaviones del modelo CANT-Z 501 para que fueran empleados por la Aviación Nacional.

En 1938 el General Alfredo Kindelán, jefe de la aviación nacional, había encargado a Italia cuatro hidroaviones CANT-Z 506B Airone (Garza) con el fin de reemplazar a los ya obsoletos CANT-Z 501. Este elegante trimotor era la versión militarizada del transporte civil Z 506, y fue concebido como bombardero y avión de reconocimiento marítimo. Monoplano de ala baja, construido totalmente en madera, revestido el conjunto con contrachapado y tela barnizada. Contaba con dos grandes flotadores fabricados de duraluminio, unidos al fuselaje mediante tubos de acero carenados.

Cola del trimotor CANT-Z 506B en el que viajaba Melchor Sangro. Cortesía de su sobrino, Pedro Pablo Miralles Sangro.
Cola del trimotor CANT-Z 506B en el que viajaba Melchor Sangro. Museo del Aire. Cortesía de su sobrino, Pedro Pablo Miralles Sangro.

Procedentes de Ala Littoria, los cuatro aparatos adquiridos fueron reacondicionados, enviándose a tripulaciones españolas a la factoría italiana de Cantieri Riuniti dell´Adriatico (CANT) en Monfalcone para familiarizarse con ellos. Los aviones llegaron por parejas a Pollensa, el 21 y el 27 de Agosto de aquel mismo año, formando la nueva escuadrilla 1-E-73 al mando del Capitán Antonio Soriano, para componer, junto a la escuadrilla 2-E-62 (equipada con los Z.501), la nueva unidad 2-G-62-73. Desde esta base el Ejército Nacional realizaba numerosas acciones sobre la costa de levante, aún controlada por el gobierno de la República.

Tragedia en el Mediterráneo

El viernes 28 de octubre de 1938 se iba a convertir en una fecha fatídica para el destino de Melchor y del resto de pilotos de la base. Dos días antes, Melchor se había confesado por última vez: «Tengo mi vida pendiente de un hilo y quiero tener en todo momento mis cuentas muy bien arregladas con Dios», le dijo a su confesor.

A las 05.45 horas y con muy mal tiempo –los pilotos italianos decidieron no volar ese día-, los dos trimotores CANT-Z 506B, pilotados por el propio Ramón Franco y el Capitán Rodolfo (Rudy) Bay, con matrículas 73-1 y 73-4 respectivamente, despegaron de la base de Pollensa, para ejecutar, al parecer, una misión de bombardeo contra Valencia durante la ceremonia de despedida a las Brigadas Internacionales. El propio Ramón Franco antes de despegar comentó textualmente que “en tiempo de guerra no hay tiempo malo”.

Hidropuerto de Pollensa con los CANT-Z.

Bay, era un piloto también muy experimentado y que sería toda una institución en España, siendo miembro de una de las primeras tripulaciones que alcanzó las américas con Iberia y sus primeros DC-4 a principios de los 40, así como fundador de Spantax en 1959. Como el propio Bay relató, los dos aviones ascendieron hasta los 4.000 metros y a la altura del cabo Formentor, ambos trimotores entraron en un frente muy denso de nubes. En ese momento, los dos comandantes advirtieron una brusca pérdida de impulso en sus aparatos. Bay sacó los flaps a tope para ganar sustentación e inmediatamente vio como el 73-1 caía en picado a estribor y desaparecía entre las nubes. A pesar de que se mantuvo sobrevolando la zona e intentó contactar por radio con el otro hidroavión, fue en vano y regresó a su base.

Recordatorio de Melchor Sangro Torres. (Cortesía de su sobrino Pedro Pablo Miralles Sangro)

Pasado el tiempo máximo de seguridad, en base al combustible que llevaba a bordo el 73-1, definitivamente se dio la voz de alarma y el minador Vulcano fue destacado para que realizara una búsqueda en la zona del posible accidente. El buque encontró el domingo, 30 de Octubre, entre los restos flotantes del trimotor, los cuerpos sin vida de los dos pilotos del aparato, el Teniente Coronel Ramón Franco y el Teniente Joaquín Domínguez García, rescatando la lancha de salvamento Pollensa los cadáveres del Teniente de Navío Melchor Sangro Torres, y del Sargento mecánico Emilio Gómez Martí. Los restos del Cabo José Cánaves Costa, 1º radiotelegrafista, nunca se hallaron dándosele por desaparecido con tan solo 18 años.

Esquela de Melchor e Ignacio Sangro Torres. ABC del 27-X-1939.
Esquela de Melchor e Ignacio Sangro Torres. ABC del 27-X-1939.

Se han vertido ríos de tinta sobre este accidente y se ha especulado con múltiples teorías de sabotajes y conspiraciones, sobre todo al estar implicado en el accidente el hermano del General Franco. Sin embargo, debemos ceñirnos a los hechos y a la explicación más plausible del accidente.

Por último, comentar que Melchor fue enterrado en San Sebastián el 3-XI-1938 [19] y que se le concedió la medalla de la ciudad de Palma a título póstumo al final de la guerra siendo ascendido a Comandante de la Fuerza Aérea Naval por méritos de guerra [20].

Fuentes consultadas:

  1. Revista Recuerdos 1912-1913.
  2. Revista Recuerdos 1916-1917.
  3. Revista Recuerdos 1917-1918.
  4. Heraldo Deportivo del 25-III-1918, página 12.
  5. La Acción, 16-VI-1921, página 3.
  6. La Acción, 4-VII-1922, página 4.
  7. La Acción, 26-VII-1922, página 3.
  8. La Acción, 29-VII-1922, página 4.
  9. La Acción, 2-VIII-1922, página 4.
  10. ABC, 3-VIII-1922, página 20.
  11. Diario Oficial del Ministerio de Marina, Año XXI, nº184, 19-VIII-1926.
  12. ABC del 7-I-1931, página 29.
  13. Blanco y Negro del 18-I-1931, página 68.
  14. El Heraldo de Madrid, 10-VI-1931, página 16.
  15. ABC del 3-XII-1933, página 66.
  16. Diario Ahora del 25-XI-1936, página 6.
  17. ABC del 25-XI-1936, página 3.
  18. BOE del 25-VI-1938, página 8023.
  19. ABC del 4-XI-1938, página 10.
  20. BOE del 6-XII-1939.
  21. La Opinión del 2-IX-1925, página 2.