Queridos amigos, hoy comparto con vosotros una divertida anécdota que nos viene de la mano del pilarista Juan Ignacio Luca de Tena [1], del que ya hemos publicado algún escrito anterior como La Patria. En esta ocasión vamos a tener también la oportunidad de recordar una divertida fiesta que se celebraba en toda España con el objeto de recaudar fondos para la lucha contra la tuberculosis. Me estoy refiriendo a la Fiesta de la Flor.

SS.MM. los Reyes Don Alfonso y Doña Victoria entregando un donativo a una de las dependientes de la casa Gal, a su paso por la Puerta del Sol. Fuente: Mundo Gráfico 10-VI-1914.
SS.MM. los Reyes Don Alfonso y Doña Victoria entregando un donativo a una de las dependientes de la casa Gal, a su paso por la Puerta del Sol. Fuente: Mundo Gráfico 10-VI-1914.

La Fiesta de la Flor se celebraba todos los años a primeros de Junio y con el pretexto de obtener dinero para los tuberculosos daba la oportunidad a cientos de bellas señoritas a pasear por Madrid postulando unas monedas a cambio de una amapola que se prendía en el ojal de los caballeros. Os podéis imaginar el efecto que tenía esta fiesta en plena primavera entre los alumnos adolescentes del Pilar…

Una visita inesperada


Amigo: antiguo compañero mío, que cuando leas estas líneas acabará de aprobar el cuarto o quinto año del bachillerato; adolescente lleno de esperanza, que cifras todas tus ilusiones en terminar el grado para tener pronto un título oficial ¡como un hombre!: óyeme.

Hace pocos días me trajo el correo una carta. El blanco sobre hízome recordar otros muy parecidos que, durante cuatro años, solían llegar a mi casa en vacaciones de Navidad y Semana Santa siendo portadores de mis notas trimestrales. Pero este de ahora causó en mí una sensación bien distinta a la que sentía entonces… Abrí el sobre, leí la carta. ¿Sabes de quién era?… De D. Luis Heintz [2], tu Director; ese señor tan simpático en el patio o en su despacho, si te llama para hacerte alguna cariñosa corrección, y que, sin embargo, te hace temblar los sábados por la mañana cuando entra en tu clase para leer las notas.

Don Luis Heintz. Primer director del colegio.
Don Luis Heintz. Primer director del colegio.

D. Luis me invitaba amablemente a que escribiese alguna anécdota o recuerdo del Colegio para este número que tienes en tus manos.

-Cosa fácil- pensé, evocando las horas agradables pasadas, bajo ese techo donde tú estudias ahora. No creas que digo esto hipócritamente. Ignoro si será por aquello de que «cualquiera tiempo pasado fue mejor»; pero tú no sabes, amigo, lo que se recuerdan las cosas del Colegio cuando lejos del hogar se tiene un libro de Hacienda pública delante. ¡Hasta la Geometría recuerdo yo ahora con cariño! Parece mentira, ¿verdad?

Hoy, después de coger la pluma y mojar su punta en el tintero, en lugar de deslizarla por las blancas cuartillas, apoyo su mango en mi barbilla, mientras arguyo que no es mi agradable tarea tan fácil como creí en un principio. Pero en fin…, hago memoria y me dispongo a recordarte uno de los días que han quedado más grabados en mi mente durante los cuatro años que pasé en el Colegio.

Bachilleres del curso 1913-1914.
Bachilleres del curso 1913-1914.

Era el 1º de Junio de 1914 y no faltaban más que cuatro o cinco días para los exámenes. Por esta razón teníamos clase a pesar de ser la Fiesta de la Flor. Centenares de muchachas recorrían aquella mañana las calles de Madrid repartiendo a los transeúntes amapolitas encarnadas por un puñado de céntimos. Todos, desde el Rey al más pobre mendigo, podrían lucir por la tarde una de las pequeñas florecitas en la solapa, como una gota de sangre, y testimoniar así que habían contribuido algo para aliviar la fatiga de los pobres tuberculosos. ¡Y nosotros encerrados! ¡Qué fastidio!

S. M. la Reina entregando un donativo a cambio de una flor. Fuente: Mundo Gráfico: 10-VI-1914.
S. M. la Reina entregando un donativo a cambio de una flor. Fuente: Mundo Gráfico: 10-VI-1914.

Estábamos en el recreo de la mañana, ¿lo recuerdas?, y habíamos agotado todos los recursos sin que ninguno nos diera resultado. Desesperanzados ya de tener libre aquel día, nos pusimos a jugar al foot-ball, creyendo, con fundamento, que en el Colegio no encontraríamos ninguna manecita blanca que prendiera una amapola en nuestra solapa, empolvada por la tierra que lanzaban al aire los pies al pegar un rabioso puntapié a la pelota. Pero nos habíamos equivocado. Cuando más descuidados estábamos, penetraron en el patio dos gentiles muchachas que, ni cortas ni perezosas, empezaron a repartir flores a diestro y siniestro.

Damas aristocráticas colocando flores al Presidente del Consejo de Ministros al salir del Palacio Real. Fuente: Hemeroteca ABC 2-VI-1914.
Damas aristocráticas colocando flores al Presidente del Consejo de Ministros (D. Eduardo Dato) al salir del Palacio Real. Fuente: Hemeroteca ABC 2-VI-1914.

No contentas con florecer nuestras americanas y las levitas de algunos profesores, quisieron hacernos todavía otro favor.

-¿Tenéis clase esta tarde? -nos preguntó una de ellas.

Y a nuestra triste respuesta afirmativa, la más atrevida de las dos se acercó al señor Director y le dijo:

D. Luis: Esta tarde no hay clase.

Y D. Luis, ante tan rotundo mandato, se echó a reír y agachando la cabeza nos dejó libre aquella tarde. Horas después me pusieron muchas más amapolas, pero las que me habían prendido por la mañana nuestras visitantes siguieron sujetas a la bienaventurada tela de mi solapa. Y aún las conservo como recuerdo de aquel día…

Juan Ignacio Luca de Tena
Juan Ignacio Luca de Tena

Dime, amigo: ¿habrás tenido también este año tan agradable visita que te proporcione flor para el ojal de tu americana y una alegre tarde de vacación?

Juan Ignacio Luca de Tena
El Escorial 27 de Abril de 1915.

Notas del Editor:

  1. Juan Ignacio Luca de Tena García de Torres (Madrid 1897-ibídem 1975): Promoción de 1914. II Marqués de Luca de Tena. Hijo de Torcuato Luca de Tena, además de comediógrafo, diplomático y periodista español, dirigió la revista Blanco y Negro desde 1925 hasta 1929 y a la muerte de su padre en 1929, dirige hasta 1936, el diario madrileño ABC. Fue el primer presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos.
  2. Luis Heintz y Loll S.M. (Colmar 1886 – San Sebastián 1934): Gran aficionado a la espeleología, obtuvo el doctorado en ciencias el 11 de abril de 1908 en la Universidad Central, con la lectura de la tesis “Espeleología: estado actual de la espeleología, la espeleología en España, la espeleología en Álava. Fundador y director del colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid desde 1907 hasta 1924. Director del colegio de los marianistas de Vitoria desde 1925 hasta 1930.