Como si de una de aquellas grandes producciones de Hollywood se tratara, nuestro compañero Santiago Ferrer nos traslada hoy a la Sevilla imperial para presenciar el martirio de Santa Justa y Santa Rufina, patronas de Sevilla.

El dibujo que realizara el pilarista Antonio Terroba para ilustrar la narración del martirio de las dos hermanas sevillanas, sería tristemente premonitorio. Veinte años después, su hermano Rafael y él mismo serían asesinados por un grupo de milicianos que los habían sacado de su casa el día anterior. Sus cuerpos aparecieron en el paseo de Méndez Álvaro. Antonio se había casado cinco años antes.

La ilustración de Antonio Terroba es una copia, con pequeñas variaciones, del cuadro de Jean-Léon Gérôme «La última oración de los mártires cristianos», que representa el martirio de San Ignacio de Antioquía. Posiblemente, Antonio vio en el colegio o en algún libro un grabado reproduciendo esta obra y la copió para ilustrar esta redacción.

“La última oración de los mártires cristianos” de Jean-Léon Gérôme (1888).
“La última oración de los mártires cristianos” de Jean-Léon Gérôme (1888).

JUSTA Y RUFINA


LA entrada del anfiteatro de Sevilla estaba aquel día imponente. La muchedumbre se apiñaba en tumultuoso motín a las puertas del colosal círculo de piedra.

Se da la señal y por las vomitoria [1] no cesa de pasar la gente ávida de contemplar el nuevo espectáculo, que la ferocidad romana ofrecía al sanguinario populacho.

En la parte principal del coliseo, se alza el magnífico podium, en donde se divisan ya gran número de flamines [2], feciales [3], vestales [4] y matronas [5], esperando la llegada de Diogeniano [6].

Entre tanto, en una lóbrega mazmorra, se ofrece un espectáculo bien diferente. En una caverna, donde el sol no ha llegado a tocar las húmedas paredes, una joven llamada Rufina [7], se inclina amorosa sobre el frío cadáver de su amiga Justa [8], condenada como ella al suplicio de las fieras, pero a quien Dios ha recogido en su seno, librándola de la cruel curiosidad del pueblo pagano.

Rufina está temblorosa, pero decidida a entregar su sangre por la religión. Reza una plegaria por el alma pura de su amiga.

Entre tanto, entra en el anfiteatro Diogeniano y manda se dé comienzo a la desgarradora escena. Un bestiario [9] cubierto con una piel de león y que tiene de hiena la mirada, entra en la espelunca [10], coge por el brazo a la débil doncella y con brutal empuje la arroja en medio de la arena. Luego, con criminal sonrisa abre la puerta de una jaula y por ella se lanza la figura del rey de los animales, un hermoso ejemplar del desierto de Libia, como jamás lo vieron los públicos romanos. Corre el león flotando la espesa melena y mostrando erguida la hirsuta frente. Abre las mandíbulas, enseñando los dientes blancos y afilados; como desafiando a la inmensa multitud que le aplaude, lanzando por los ojos fulminantes rayos. Se lanza hacia la doncella, pero al llegar a ella, se humilla y besa las huellas que la santa deja marcadas en la blanda arena. El pueblo, protesta, grita, vocifera. manda que den muerte a aquella bruja.

Santa Justa y Rufina. Autor: Antonio Terroba Ibars.
«[…] abre la puerta de una jaula y por ella se lanza la figura del rey de los animales». Autor: Antonio Terroba Ibars.

Diogeniano hace una señal al bestiario para que cumpla su cometido. El gladiador, armado de su afilado puñal avanza cautelosamente, sin que sus pies levanten el menor eco. Se aproxima por detrás a la santa y en su cuello inmaculado clava el arma homicida. Rufina cae muerta.

El león se yergue entonces; salta feroz sobre el indefenso gladiador y clava en sus carnes su poderosa garra, mostrando luego a la multitud como trofeo sangriento el brazo palpitante aún, del bestiario.

Composición de S. FERRER. [11]
(6.º año B.)

Dibujo de TERROBA. [12]
(4.º año B.)

Notas del Editor:

  1. Vomitoria: Plural latino de vomitorio. Puerta o abertura de los circos y teatros antiguos para entrar o salir de las gradas.
  2. Flamen: Sacerdote romano destinado al culto de una deidad.
  3. Fecial: Entre los romanos, sacerdote que declaraba la guerra y concertaba la paz.
  4. Vestales: Doncellas romanas consagradas a la diosa Vesta.
  5. Matronas: En la antigua Roma, mujer casada o madre de familia.
  6. Diogeniano: Prefecto de Sevilla del siglo III que ordenó el tormento y la muerte de las santas Justa y Rufina.
  7. Santa Rufina: Santa de la iglesia católica nacida en Híspalis en el año 270 y martirizada en el año 287.
  8. Santa Justa: Santa de la iglesia católica nacida en Híspalis en el año 268 y martirizada en el año 287.
  9. Bestiario: En los circos romanos, hombre que luchaba con las fieras; y en el relato, referido al cuidador de las fieras.
  10. Espelunca: Cueva, gruta, concavidad tenebrosa.
  11. Santiago Ferrer Galdiano (Pamplona 1902-Pamplona 1994): Promoción de 1918. Ingeniero Industrial diputado de las cortes forales y consejero de varias empresas.
  12. Antonio Terroba Ibars (Madrid 9-11-1936): Promoción de 1920. Asesinado por las milicias republicanas junto a su hermano, Rafael Terroba. Sus cuerpos aparecieron el 9-11-1936 en el paseo de Méndez Álvaro.