Esta semana os traigo la breve crónica de Ignacio Santos Cía [1] acerca de la recepción de congregantes y aspirantes que tuvo lugar el 25 de marzo de 1915. Según los documentos de D. Pedro Ruiz de Azúa, la ceremonia la presidió el padre Emilio Biron [2] y predicó el padre Francisco Martínez [3]. También intervinieron los alumnos Ramón Pastor [4], José Luis Tovar [5], Figares e Ignacio Santos Cía.
Ya hemos tratado este tema en La Recepción en la Congregación pero en esta ocasión quiero ahondar un poco en el proceso de admisión de aspirantes.
Carezco de las normas de la Congregación en esos años, pero si dispongo del Manual del Congregante en su edición de 1943. Utilizaré esta versión para explicaros las diferencias entre aspirantes y congregantes. Los primeros no eran miembros aún de la congregación, se consideraba que estaban sometidos a prueba durante un tiempo no inferior a dos meses en el que acudían a las reuniones junto al resto de congregantes. Los congregantes, en cambio, eran miembros de pleno derecho y «gozan de las gracias y privilegios dispensados por los Sumos Pontífices para las Congregaciones marianas.»
Según este mismo manual, las solicitudes de los aspirantes debían ser aprobadas por el Director del Colegio, los profesores respectivos y los miembros de la Junta de la Sección correspondiente. Finalmente, el ingreso debía ser aprobado por al menos dos tercios de los votos favorables. Pero dejemos que sea el propio Ignacio Santos quien nos instruya.

Recepción de congregantes.
El ingreso en la Congregación exige el paso de los candidatos por un doble tamiz de apretadas mallas.
El Consejo de profesores realiza una primera hecatombe y deja paso libre a los que ofrecen garantías suficientes a todas luces y a otros cuya contraseña da lugar a dudas. Éstas ha de resolver el Consejo de la Congregación, formado por los dignatarios, que constituye como un tribunal supremo cuyas sentencias son definitivas.
¿Queréis que os diga cuántos han entrado este año en la Congregación? Después de lo que precede, no extrañaréis que se reduzca a la modesta cifra de ocho aspirantes y cinco congregantes.
Para verificar su solemne recepción ostentó la capilla sus mejores galas; formose un modesto coro de cantores, se pronunció una plática de circunstancias y luego los nuevos congregantes y aspirantes se acercaron al altar para ofrecerse a María, y tras ellos los dignatarios juraron el fiel cumplimiento de sus nuevos cargos.
Enhorabuena cordial a todos.
Ignacio Santos
Secretario de la Congregación de los mayores.
Notas del Editor:
- Ignacio Santos Cía: Promoción de 1916. Ingeniero de Caminos.
- P. Emilio Biron: Sacerdote marianista fallecido el 24-I-1936.
- P. Francisco Martínez Atristain (1881-1948): Sacerdote marianista y profesor de materias tan diversas como álgebra, trigonometría y literatura española.
- Ramón Pastor Mendivil: Promoción de 1915. Abogado y periodista. Director del ABC desde 1946 a 1952.
- José Luis Tovar Bisbal: Promoción de 1915. Ingeniero de Caminos.
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